El trabajo en equipo es una pieza fundamental en el crecimiento de una organización, ya que es a través de los colaboradores como se crea una fuerza laboral que impulse logros y objetivos. Crear un equipo y desarrollar a cada miembro de este es una tarea muy importante y en la que se necesita poner bastante atención y cuidado.
Consideremos que el trabajo en el desarrollo humano es bastante complejo, que no solo depende de tocar un solo factor motivante o encontrar las competencias clave de cada uno; va un poco más allá. Tendremos que considerar elementos actitudinales, factores motivantes, necesidades de trabajo, sueños personales, competencias y necesidades estrategias.
Revisemos algunos puntos:
- Pieza fundamental será el líder, que, quien con su ejercicio de coherencia y desarrollar una figura de inspiración, podrá motivar a su equipo de trabajo desde la creación de un ambiente adecuado, que favorezca la comunicación, el compañerismo y la confianza entre colaboradores.
- Conocer a nuestros colaboradores. El acercarse personalmente con cada uno de ellos ayudará a entender el camino que cada uno de ellos esté construyendo en su vida personal. Recordemos que antes de ser colaboradores somos personas que tenemos sueños, metas, intenciones y necesidades. Motivar a cada colaborador puede servirse de entender ese contexto y facilitar el camino, en la medida de lo posible, hacia esas metas. Imagina que uno de tus colaboradores tiene la necesidad de trabajar para solventar los gastos de un familiar enfermo de gravedad, imagina que otro colaboradore trabaja con la intensión de crecer y toma el trabajo como impulso para invertir y llegar a puestos más altos. Indudablemente, la forma de relación y motivación en cada casi será diferente.
- Mediciones constantes. Evitemos dejar de lado las evaluaciones objetivas, la parte estratégica de la organización y los procesos laborales. Una forma de cerciorarte sobre las necesidades de crecimiento de un colaborador es a través de las mediciones de desempeño: KPI´s y evaluaciones de competencias y/o actitudinales. Los primeros nos darán luz sobre los objetivos individuales que podemos colocar y, recordemos, también es una forma de motivar, de retar al colaborador a nuevos horizontes de conocimientos y aptitudes. Las evaluaciones de competencias, con mayor tiempo de aplicación, nos permiten ver las necesidades de conocimientos, actitudinales y de habilidades que cada colaborador tendrá, y con ello podremos diseñar planes de entrenamiento individuales y colectivos que permitan profesionalizar al equipo.
- Preguntemos también por las necesidades de crecimiento individual. Habrá colaboradores que no deseen crecer pero que quieren permanecer en el equipo, habrá otros que quieran estudiar un posgrado y ponerlo en práctica. Los planes de vida y carrera favorecen mucho la retención del colaborador, y ayudaran a generar un compromiso mayor con la organización.
Como puedes observar, el desarrollo de un equipo de trabajo es profundo y abarca estos y varios otros elementos. Pero todo apunta al acercamiento que el líder necesita tener día con día. Crecer un equipo desde la trinchera de tu oficina será complicado, necesitamos estar con ellos, entender su trabajo, sus necesidades. Escuchemos sus voces y demos estructura a sus sueños.
Enrique Gil. Líder de capacitación